Hace cincuenta años un grupo de jóvenes -la mayoría viñamarinos- terminaron sus estudios secundarios...
45 AÑOS NO ES NADA...
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De
ARTURO NAVARRO CEARDI
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Vamos a celebrar en octubre -¿entonces eran las revistas de gimnasia?- que hace ni más ni menos que 45 años egresamos de los SS CC de Viña del Mar, sí, los de la foto:
Con motivo del día del profesor de 2019, en el whatsapp del curso se efectuó una consulta sobre el profesor a profesora que se recordara con mayor fuerza como el mejor. Más del 50% de los participantes escogió a Ángel Muga Naredo, maestro de castellano, pero sobre todo de la vida. Fotos de Arturo navarro, mejoradas por Ignacio Severín.
... celebrábamos un cincuentenario. Ángel Muga pidió retratarse con sus alumnos presentes y quiso estar sentado en el piso de la terraza del Museo Lord Cochrane con los cerros y el puerto a sus espaldas. El sol, platos griegos y algunas botellas nos acompañaron. Al atardecer, descendimos por el ascensor Cordillera, felices. Otro de los presentes, Alfonso Calderón, lo expresó así: "La alegría reinaba. Ver a un amigo feliz es ser, por un momento, parte de la felicidad sin la hosquedad dramática de esos desencantados que se reúnen para entonar el 'Largo' de los recuerdos del pasado y de la desdicha presente, en la película 'La terraza', de Scola". (El mirlo burlón. Diarios 2000-2002, RIL editores, noviembre 2010)
Este valioso texto sobre la historia de los SSCC de Viña del Mar es una contribución del ex alumno (1967) Cornelio Sepúlveda. Nos ha parecido de gran interés reproducirlo, no obstante su autor es, hasta ahora, desconocido. PRIMERAS PALABRAS Para quienes se educaron en el colegio de los Sagrados Corazones de Viña del Mar los recuerdos de esa vida escolar, casi sin excepción, se guardan con cuidado y con cariño en el rincón de las leyendas. Allí se atesoran y desde allí se exhuman y reviven. En efecto, basta que dos ex alumnos se encuentren para que la conversación sea animada y los recuerdos broten a raudales. En esa plenitud de la memoria hay lugar para todo: para los juegos y los estudios, para las fiestas y para los exámenes, para la liturgia y para los desfiles, para las bromas y para lo serio, para los profesores y profesoras, y los sacerdotes - los “padres” - que daban el nombre al colegio. ¿En qué colegio estás? Estoy en los “padres”. Y, esos padres eran los religiosos, casi
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