Este valioso texto sobre la historia de los SSCC de Viña del Mar es una contribución del ex alumno (1967) Cornelio Sepúlveda. Nos ha parecido de gran interés reproducirlo, no obstante su autor es, hasta ahora, desconocido. PRIMERAS PALABRAS Para quienes se educaron en el colegio de los Sagrados Corazones de Viña del Mar los recuerdos de esa vida escolar, casi sin excepción, se guardan con cuidado y con cariño en el rincón de las leyendas. Allí se atesoran y desde allí se exhuman y reviven. En efecto, basta que dos ex alumnos se encuentren para que la conversación sea animada y los recuerdos broten a raudales. En esa plenitud de la memoria hay lugar para todo: para los juegos y los estudios, para las fiestas y para los exámenes, para la liturgia y para los desfiles, para las bromas y para lo serio, para los profesores y profesoras, y los sacerdotes - los “padres” - que daban el nombre al colegio. ¿En qué colegio estás? Estoy en los “padres”. Y, esos padres eran los religios...
Cuarenta y un años después de que entrara a trabajar en la Universidad Católica, dónde permaneció hasta que sus pasillos se le hicieron estrechos –como a tantos- Ángel Muga regresó a su Universidad, alrededor de las 3 de la madrugada del 30 de diciembre de 2010. Lo hizo por la puerta grande y su cuerpo quedó depositado en la Capilla del segundo piso, frente a la majestuosa escalera principal y adyacente al pasillo que conduce a las oficinas del Rector y las demás autoridades de la UC. Por esos pasillos deambulaba Ángel –cuando hacerlo no era considerado lobby, sino platicar la amistad- manos atrás y gesto amable para su interlocutor. De esas charlas surgieron centenares de convenios, se adelantaron muchos banquetes y se formaron –se siguieron formando- infinidad de buenas personas. Porque Ángel fue un formador de seres humanos, en el pleno sentido de la palabra humanidad, que tan bien rima con universidad. Términos como profesor –que lo fue, de Castellano, pre reforma que lo con...
Con motivo del día del profesor de 2019, en el whatsapp del curso se efectuó una consulta sobre el profesor a profesora que se recordara con mayor fuerza como el mejor. Más del 50% de los participantes escogió a Ángel Muga Naredo, maestro de castellano, pero sobre todo de la vida. Fotos de Arturo navarro, mejoradas por Ignacio Severín.
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